La banca padece los estragos del COVID-19

Inbursa cierra 64 sucursales de manera definitiva: Ni Slim pudo frente al Covid-19
Inbursa registró una disminución de 64 sucursales así como una plantilla laboral que se redujo en 590 colaboradores.
Y es que, a decir del último reporte financiero de la firma, el banco reportó cierres definitivos de sucursales así como una reducción de su plantilla laboral.
Por último, Inbursa destacó que la cartera vencida se ubicó en 6 mil 849 millones de pesos en septiembre de 2020.
La banca padece
Este escenario parece ser delicado en el resto de los jugadores del sector. Basta con revisar las cifras de los primeros meses del año, en donde las pérdidas ya eran evidentes.
Al cierre de abril pasado, las ganancias de los bancos que operan en México acumularon un total de 39 mil millones de pesos.
La cifra equivale a una caída de 29.1 por ciento en términos reales comparados con el mismo mes pero del año anterior, según las últimas cifras entregadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Con esto, el organismo indicó que los 51 bancos que operan en el país hilaron cuatro meses consecutivos de pérdidas.
Cartera vencida histórica
Con la pandemia aún fuera de control la Morosidad del sistema bancario, ha alcanzado niveles históricos, ya que los plazos de diferimiento de deuda dados como «apoyo» a los usuarios están finalizando, y millones de clientes no pudieron retomar los pagos de sus créditos.
Nuevas estrategias de recuperación más agresivas
Sin lugar a duda la banca no se quedará de brazos cruzados ante este escenario y ya han dado inicio a estrategias de recuperación de cartera vencida mucho más agresivas en lo referente a cobranza extrajudicial y judicial, con un incremento importante en ambos rubros.
¿Has sido víctima de esta cobranza más agresiva? ¿Las opciones de pago que te han ofrecido los bancos luego de las prórrogas, te resultaron convenientes? ¿Realmente te viste beneficiado con la prórroga?
Queremos saber tu opinión.

Si las deudas se han convertido en un problema en tu vida, contáctanos, podemos ayudarte.
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¿Para qué es el buen fin?

Buen Fin ¡Para Endrogarte Mejor!
El Buen Fin está ahí, aguardando por nosotros. Nos ofrecerá en charola de plata un menú de productos y experiencias que nos harán más felices. ¿O acaso el Buen Fin es como el lobo feroz disfrazado de la abuelita? Descúbrelo en la Crónica Godínez de esta semana.
Por Arturo J. Flores (@arthuralangore)
Una amiga me preguntó, a una semana de llegar el Buen Fin:
-¿Cuántos libros lees al mes?
Le respondí, orgulloso:
-4 ó 5, por gusto, más lo que leo por trabajo.
Ella replanteó su pregunta:
-¿Y cuántos libros de educación financiera?
Mi silencio cayó tan pesado entre los dos, como esos tacos de birria que me había comido en el tianguis.
-Jamás en mi vida he abierto uno -balbuceé.
Quizá eso pueda explicar por qué yo, como gran parte de los mexicanos, tengo deudas y vivo al día. Tampoco es que le deba una fortuna a un montón de instituciones bancarias o a un ejército de cobradores que esperan a que me distraiga para hacerme una vasectomía sin anestesia, pero quincena a quincena tengo que depositar religiosamente el pago de alguna chuchería comprada a crédito.
Mis ahorros son como mis amores platónicos: inasibles. Camino por la existencia cruzando los dedos para que no haya una emergencia esperando a la vuelta de la esquina para saltarme a la yugular.
Leo bastante todos los días, pero en términos de finanzas personales soy un completo analfabeta.
Desde el mes de noviembre de 2011 se realiza en México el Buen Fin. Inspirado en el Black Friday estadounidense, se trata de un fin de semana en el que los mexicanos disponemos de licencia irrestricta para gastar, aprovechar (falsas y reales) promociones y descuentos.
¿Cuándo no, si es nuestro deporte favorito?
Somos internacionalmente famosos por nuestra capacidad/voracidad de consumo (que no de pago); un mexicano promedio es una máquina de endeudamiento sin (buen) fin. Una vez me confesó un guía de turistas europeo que le gustaba llevar grupos de mexicanos, porque en vez de bombardearlo con preguntas acerca de los sitios históricos, se entretenían comprando durante horas y horas, en los centros comerciales.
Hay sus excepciones y mis respetos para ellos, pero ahí está para asistirme el mal registró en el Buró de crédito, ese limbo económico al que se condena a los pecadores que no saldan después del buen fin sus deudas a tiempo. Tener buena calificación ahí es una tarea complicada. Si Houdini le hubiera debido a un banco, también le costaría trabajo huir de las garras de los señores de las malas calificaciones en el Buró.
Pero se mete uno porque quiere.
Porque quiere una nueva televisión.
Porque quiere cambiar la sala.
Porque quiere llenar el clóset de zapatos.
Porque queremos poseer, saborear, oler y acariciar todos esos preciados objetos que la televisión nos pone enfrente. Porque queremos vestir las mismas marcas que Kim Kardashian o Robert Pattison, aunque sea para modelarlas en el trabajo, contestando teléfonos 10 horas, 6 días por semana.
Porque queremos matar las 3 horas que hacemos de la casa al trabajo y de regreso en el metro jugando Candy Crush en nuestro deslumbrante iPhone 6.
Porque la próxima vez que nos enfrasquemos en la discusión de si es o no penal, podemos repetir la escena en una SmartTV LED de 50 pulgadas.
Porque así, cuando nos sintamos tan agotados como un Procurador después de 40 horas de buscar lo que no encuentra, nos despatarremos en nuestro flamante reposet a recibir un masaje.
Ayer escuché esta conversación entre dos Godínez, uniformados impecablemente y resignados (lo dijeron) a entregar su juventud a una empresa de telemarketing.
-Chale, antes sí nos iba chido. Chambeábamos mi esposa y yo, teníamos los dos sueldos y vivíamos con mi papá, entonces no pagábamos renta.
-¿Y ahora?
-Pues nomás le chingo yo, gano la mitad y somos 4 en vez de 2.
-Chale…
-Sí y mi esposa me dijo el otro día que porqué ya no salimos, que las cosas cambian, que ya no es como cuando éramos novios. ¡Pus cómo, si llego a la casa tronadísimo! Ya nomás quiero dormir y al otro día, párate tempra.
Para eso llegó el Buen Fin, a tentarnos a beber del oasis de consumo que nos infundirá alegría en este desierto de porvenir.
Aunque después nos lo cobre con sangre, aunque a meses sin intereses.
Yo sólo pienso comprar una cosa en el Buen Fin.
Mi primer libro de Educación Financiera.
-Buen Fin, ¿por qué me ofreces estos descuentos taaaaan grandes?
-¡Para endrogarte mejor!≠
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¿Cómo usar mi tarjeta de crédito correctamente?
Uso correcto de la tarjeta de crédito
Usar el crédito a nuestro favor es básico hoy en día. Uno de los principales medios de acceso que tenemos para esas líneas de crédito es nuestra tarjeta de crédito, pero ¿cómo usarla correctamente?
PUNTOS BÁSICOS:
a) Pagar a tiempo. Todas las tarjetas de crédito tienen una fecha específica de pago, si pagamos nuestra tarjeta después de nuestra fecha de pago, eso nos generará automáticamente intereses y recargos.
b) Siempre comparar. Existen muchas opciones de tarjetas de crédito en el mercado, siempre debemos buscar la más adecuada para nuestra situación personal, algunas dan puntos por usarlas, otras beneficios en viajes en avión, hoteles, etcétera. Debemos buscar cual tarjeta nos ofrece lo que estamos buscando. Puedes encontrar una tabla comparativa elaborada por la CONDUSEF aquí
c) Fecha de corte. Elige una fecha de corte (si tu tarjeta lo permite) que se adecue a tu fecha en la que cobras tu quincena. Usualmente la fecha límite de pago es de 20 días naturales después de tu fecha de corte, así podrás pagar sin problema.
d) Siempre lleva un control. Saber cuanto llevas gastado en tu tarjeta de crédito, te permitirá mantenerte dentro de tu presupuesto y evitar que «gastes de más». También cuida tu límite de crédito.
e) Límite de crédito adecuado. Muchas veces los bancos nos aumentan las líneas de crédito y pensamos que eso es bueno, pero es al contrario. Un límite de crédito por encima de nuestra capacidad de pago seguramente nos generará problemas a mediano o largo plazo. Si te suben demasiado el límite de crédito, es tu derecho exigir que lo bajen a un límite adecuado a tus ingresos.
f) Pago adecuado. Lo ideal es que pagues el total de lo que gastas con tu tarjeta de crédito cada mes (ser totalero), pero si no puedes hacerlo, toma en cuenta que deberás pagar al menos tres veces el pago mínimo mensual requerido para que veas una disminución real en tu deuda, ya que así cubrirás los intereses generados y una buena cantidad del capital. Si pagas «solo el mínimo», tu deuda seguirá por muchos, muchos años.
g) Usala adecuadamente. Financiar nuestra vida diaria con la tarjeta de crédito es muy mala idea. Procura usarla para comprar solo bienes tangibles con una duración mínima de 3 años. NO compres «el super» o «el café» con tu tarjeta, y mucho menos hagas disposiciones en efectivo con ella, ese dinero sale muy caro.
h) Meses sin intereses. Cuando compres a meses sin intereses, procura elegir el plazo menor. Un plazo de pagos muy prolongado implica un riesgo mayor de fallar con esos pagos y si fallas con uno solo de tus pagos (aún pasándote un día), la promoción a «meses sin intereses» se cancelará y de inmediato estarás pagando intereses por tu compra.
i) Prestar mi tarjeta ¡No! Nunca «prestes» tu tarjeta de crédito para que un tercero compre con ella, ya que es muy probable que esa persona te falle con sus pagos y la deuda legalmente será solamente tuya.
j) Solo dos tarjetas. Lo ideal es que tengas solamente dos tarjetas de crédito. Una con una línea de crédito «alta», para compras mayores y otra con una línea de crédito «pequeña», que sería la que usarás más. De esta forma podrás tener un mucho mejor control en su uso y evitará que te «sobreendeudes» con varias líneas de crédito.
Recuerda que la línea de crédito que tienes por medio de tu tarjeta de crédito no es un ingreso «extra». Es dinero que si usas, tendrás que pagarlo y casi siempre, tendrás que cubrir intereses, cuotas y cargos adicionales.
Usa el crédito de forma inteligente y responsable, así podrás tener estabilidad financiera y prosperidad.
Si tienes cualquier duda, llama a nuestras oficinas y con gusto podremos ayudarte a resolverla: (0155) 5594 5453
O bien, ingresa a nuestro sitio web, donde contamos con un foro de asesoría legal: www.defensadeldeudor.org
La Organización Nacional de la Defensa Del Deudor, S. C. y la Comisión nacional para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros(CONDUSEF), queremos que tengas una adecuada cultura financiera y evitar que caigas en morosidad.